Gustavo es un niño de 12 años que enfrentaba problemas de lenguaje. Esta situación le afectó profundamente en lo emocional, al punto de que no quería hablar en la escuela por temor a las burlas y el acoso de sus compañeros, convirtiéndose en víctima de bullying. Debido a esto, decidió dejar su escuela regular y se trasladó a la Escuelita Santa Bernardita.
Gustavo ingresó a la escuela el 2023, al principio era muy callado y tímido y como excusa para no hablar usaba una mascarilla o tapa bocas. Con el paso del tiempo comenzó a aferrarse a la mascarilla, utilizándola como una medida de protección para enfrentar sus problemas de lenguaje. Sin embargo, con el apoyo del psicólogo en la parte emocional, de la maestra en el ámbito académico y de la terapeuta de lenguaje, Gustavo empezó a participar cada vez más, demostrando ser un niño expresivo, con buenas ideas, sociable y buen compañero. A pesar de su progreso, seguía usando la mascarilla.
Al final del año escolar, Gustavo hizo un compromiso con el psicólogo de asistir sin mascarilla el siguiente año. A inicios de 2024, Gustavo llegó sin mascarilla a la escuela, pero aún le costaba mucho estar sin ella. Se tapaba la boca con la mano al hablar, pero poco a poco fue superando esa timidez. Aunque todavía presenta una leve dificultad al hablar, especialmente cuando se pone nervioso, ya no siente temor de expresarse ni de socializar. Este año, Gustavo cursa el 6° grado y está próximo a ingresar a la escuela secundaria. Ha superado muchas dificultades gracias al apoyo constante de su familia y de todo el equipo de la Escuelita Santa Bernardita.